miércoles, 18 de febrero de 2015

Reseña: La edad de la inocencia - Edith Wharton

Título: La edad de la inocencia

(The age of inocence)

Autor: Edith Wharton

Género: Narrativa extranjera

Editorial: RBA

Encuadernación: Dura

Páginas: 316

Primera publicación: 1920 (ésta 2003)







Newland Archer pertenece a la alta sociedad neoyorkina, está prometido con la preciosa May Welland, está inmerso en un mundo lleno de rígidas presiones sociales, de costumbres antiguas, de maneras preconcebidas, una sociedad manida y aburrida. De pronto aparece alguien que conoció en su infancia, la Condesa Olenska, que le hará ver todo de una manera distinta, ya que ella viene de Europa, un lugar mucho más abierto y divertido.




Prácticamente todo el libro me resultó tremendamente aburrido, ya que muestra toda esa alta sociedad del Nueva York del XIX, que pensaba que eran los más importantes del mundo, y estaban llenos frivolidad, presunción, prejuicios y tradiciones absurdas creadas por ellos mismos, que les hacían vivir en un entorno incómodo y vacío.

No es un mal libro, claro que no, por algo tiene un premio Pulitzer, y es que todo el libro en sí es un documento histórico de cómo vivían en aquella época, de cómo se comportaban cada una de esas familias, de sus relaciones, etc, y además, contado de una forma muy sincera, el libro describe una realidad, con los defectos de aquellas personas y aquella sociedad, describe su crueldad social por ejemplo, aunque ellos mismos se vieran como gente perfecta. Por supuesto, una realidad, obviando la historia de amor que supongo que es ficticia.

En medio de toda esta fachada y tirantez social, aparece un personaje como Madame Olenska, que pudiendo traer sinceridad y frescura a ese microcosmos, es realmente criticada por no ser exactamente igual que los demás, por no vivir en una mentira, por no tener dobleces.

Newland Archer se encuentra de pronto con ella, y cuando se da cuenta, se ve entre dos mundos, se debate entre lo que su familia y las personas cercanas a él consideran lo correcto y bien visto. Y lo que otros como la Condesa Olenska, recién llegada de una Europa más abierta, y otras personas como artistas y escritores piensan de la vida, ya que estos ven todas esas normas sociales como una tontería sin valor.

Volviendo al tema de lo aburrido que me resultó, todo el libro es tan plano, tan carente de emoción, nos habla de una manera tan fría sobre la relación entre Newland y Ellen Olenska, quieren estar juntos y no pueden, ahí debería haber más pasión, debería haber sentimientos desgarradores, en cambio el autor nos lo cuenta como si te contara el informe de las cotizaciones de bolsa. Más que frío, el libro entero es un tempano de hielo.

Está muy bien escrito, de una manera muy delicada, con una riqueza de lenguaje extraordinaria… pero quizás esa delicadeza es demasiada, e igual que a otras personas les pueden impresionar las pasiones intensas de otros libros, a mí me exaspera en extremo la delicadeza y frialdad de esta obra.

Aun así, podéis darle una oportunidad perfectamente, porque quizás a otras personas no les interesen tanto las pasiones humanas, y algo más “light” como este libro les guste.


Os dejo algunas frases del libro que me gustaron:

Refiriéndose al matrimonio: “Aquel aterrador producto del sistema social al cual pertenecía y en el que creía.”

“Y una vez más tuvo que aceptar que el matrimonio no era un anclaje en puerto seguro, como le habían enseñado, sino un viaje por mares que no figuran en los mapas.”

“¡De moda! ¿Todos vosotros pensáis tanto en la moda? ¿Por qué no hacer cada uno su propia moda?”

“¡Ah, estos Mingott, todos iguales! Nacen en un surco y de ahí no los puedes desarraigar. […] No, no, nadie quiere ser diferente; le tienen tanto miedo a la diferencia como a la viruela.”

“Habló con la fría complacencia de los viejos cuando echan tierra en la tumba de las nacientes esperanzas.”

“Me pareció que nunca habían tenido tentaciones. Pero tú sabías; tú comprendías; tú habías sentido cómo el mundo exterior te arrastraba con sus manos doradas, y sin embargo tú odiabas las cosas que exige a su vez; odiabas esa felicidad comprada con deslealtad y crueldad e indiferencia.”

“Cuídate de la monotonía, es la madre de todos los pecados mortales.”







6 comentarios:

Mel dijo...

Yo creo que este libro me aburriría a mí también... pero bueno, quizá algún día lo leo ^^
Que suerte tienes de tener esa edición tan preciosa!!
Un beso

Neus dijo...

Lo tengo pendiente..
es de esos libros que hay que leer al menos una vez en la vida
un beesito

Isa-janis dijo...

¡Hola!
Que curioso, si tuviera que describir este libro, la última palabra que usaría es la de frío. No sé porqué, a mi me gustó mucho la manera que tenía Wharton de contarnos la historia, de una forma más sutil quizá, menos pasional como tu dices, pero aún así me pareció que cuadraba mucho con los personajes.
Tampoco me pareció aburrido, pero es que a mi me fascina esa época. Sí que me costó un poco adentrarme en la novela, con todos los nombres de la sociedad newyorkina, pero aparte de eso, para mi es una buena novela. Una pena que te haya costado tanto.

¡Un beso!

Isabel Galiot dijo...

Os contesto a las tres en un solo comentario: Realmente es un libro que hay que leer, deje claro en la reseña que no es un mal libro, eso está claro. Pero si que en cuanto a gustos, me gusta que haya algo más de pasión. Recordad que Orgullo y Prejuicio me aburrió, por el contrario, otros lo adoran. Es completamente una cuestión de gustos.

Unknown dijo...

Me parece muy interesante esta historia. Intentaré conseguirla haber si puedo. ^_^ Gracias por darla a conocer.

Shorby dijo...

Este lo tengo pendiente desde hace mil =)

Besotes