martes, 26 de enero de 2016

10 criaturas mitológicas que debes conocer si te gusta la fantasía, parte 3

Esta es la última entrada de la semana de las hadas y duendes, sintiéndolo mucho, se ha retrasado dos días, pero he estado sin Internet por una avería. En esta tercera entrega de 10 criaturas mitológicas que debes conocer si te gusta la fantasía vamos a tratar a seres un poco más nombrados, aunque no conocidos por todos.



En esta entrada podréis encontrar distintas criaturas mitológicas.

Gnomos
Criaturas pertenecientes al elemento tierra. Miden unos 12 cm de altura y se parecen a los pobladores del país donde viven. Suelen estar siempre de buen humor, no se preocupan tanto como los humanos. Viven muchos años. Son seres benignos, capaces de conectar con el espíritu de todas las criaturas y objetos, animados e inanimados.  Son vegetarianos, se alimentan de cereales y raíces. Son grandes artesanos, no les gusta la industrialización. Son conocidos por ser los guardianes de los tesoros minerales de la tierra, guardan los yacimientos de oro, cobre, diamantes, carbón, etc; y con frecuencia ayudan a los humanos no solo a encontrar estos tesoros, sino en muchas otras cosas como tareas domésticas o en su trabajo. Los gnomos, como criaturas de la tierra representan la estabilidad, el control, la responsabilidad y la disciplina.


Ondinas
Grecia, mediterráneo en general. La mitología griega se refería a ellas como ninfas del mar Egeo, pero hoy en día, genéricamente se las considera ninfas del agua en todas sus formas, también podríamos considerar ondinas a las oceánides, náyades, potámides y nereidas, ondina sería un término más general. Tienen control sobre todo aquello que tenga agua, no solo sobre las grandes masas, sino también sobre las pequeñas cantidades que podemos encontrar en las plantas y otros seres vivos. Son hermosas doncellas que viven en el agua, pueden transformarse en caballos, pero suelen preferir el aspecto humano. Carecen de alma, por lo que están al margen de las leyes humanas. A los masculinos se les llama Wallanos.


Silfos y sílfides
Tradición hermética. Hay que recordar que no pertenecen a la mitología griega, aunque lo parezcan, el primero que habló de ellas fue Paracelso. Las sílfides son las ninfas del aire, los silfos son su contrapartida masculina. Cómo regentes del aire dirigen las corrientes de aire y gobiernan los vientos. Pero también son capaces de aportar inspiración a los humanos. Tienen aspecto humano, son amantes del conocimiento, la comunicación y la sabiduría. Odian a necios e ignorantes.


Salamandras
Tradición hermética. Otro ser que no aparecía en la mitología clásica, pero sí en la tradición hermética, en la cábala y entre los alquimistas. Espíritus del fuego, son parecidos a los anfibios reales del mismo nombre, pero están cubiertos de llamas. Viven allí donde hay llamas, en el fuego, en los volcanes, en los carbones ardientes. Pueden aparecer con forma de pequeños dragones, lagartos, salamandras o simplemente como bolas de fuego. La tradición decía que con ellas se podía transformar el plomo en oro.


Dragón
Grandes monstruos aéreos con forma de reptil alado, pueden volar y su aliento es de fuego, por lo que pueden lanzar llamas por la boca y quemar cosas. Se dice que los dragones son extremadamente inteligentes, astutos y sabios. Aparecen en la mitología de muchos países y culturas, con características distintas, pero podemos dividirlos en dos tipos, el europeo: mitología germánica y nórdica, mitología celta, mitología griega y romana, y mitología eslava; y el oriental, de la mitología china. Los dragones orientales se diferencian del resto, porque no tienen alas, por tanto, no vuelan. Se les considera seres con propiedades muy mágicas, por tanto hay muchas historias en las que se narra que comer su corazón ayuda a entender el lenguaje de las aves,  comer su lengua ayuda a ganar las discusiones o que bañarse en su sangre te hace invulnerable a las heridas de arma blanca. Normalmente, los dragones guardan grandes tesoros en sus guaridas, y duermen recostados sobre lechos de oro y piedras preciosas, durante siglos, ya que pueden tener una vida realmente longeva. Suelen vivir en grutas y cuevas, bajo grandes montañas. En ocasiones actúan como monstruos que atacan aldeas, para alimentarse, o se defienden de los ladrones de tesoros, pero en otras ocasiones ayudan a los humanos, por ejemplo actuando como guardianes de algún objeto o persona de valor, o aconsejando a los héroes.


Sirena
Podemos encontrar dos tipos de sirenas, las de la mitología griega (siren), y las mujeres acuáticas pertenecientes a la mitología celta (mermaid, mermen).
Las sirenas de la mitología griega y romana, son criaturas del tamaño de un humano, con cuerpo de ave y cabeza de hermosa mujer, poseen una hermosa y dulce voz, con la que cantan desde peñascos situados en el mar, hipnotizando con sus cantos a los marineros, que enamorados navegan hasta las rocas, donde se hunden sus barcos, para luego convertirse en el alimento de las sirenas, ya que estas criaturas se alimentan de carne humana.
Las sirenas de la mitología celta, son originarias de Gran Bretaña, pero se extendieron por todo el atlántico, son seres anfibios con cuerpo de mujer y cola de pez. Suelen vivir cerca de la costa, donde se sientan a peinarse los cabellos seductoramente, son extremadamente bellas. Hay leyendas que dicen que pueden adaptarse a vivir en la tierra, y que les salen piernas cuando están en ella. Su contrapartida masculina es el tritón (aunque el nombre proceda de la mitología  griega). Las sirenas no tienen alma, por lo que como otros seres mitológicos no pueden ser regidos por leyes ni costumbres humanas. Pueden predecir el futuro, tienen poderes mágicos y son inmortales. Suelen encapricharse con seres humanos, pero sus historias de amor nunca acaban bien.


Grifos
Oriente próximo. El grifo es una criatura con cuerpo de león y cabeza y alas de águila. Las patas delanteras tienen garras de águila. En general es una mezcla homogénea de ambos animales. Es ocho veces más grande que un león y más fuerte que cien águilas. A veces cazan ganado para alimentarse, pueden transportar por el aire a caballos o bueyes, debido a su gran fuerza.
Hay personas que llaman gárgolas a los grifos (también a las quimeras), ya que no saben que una gárgola es un elemento arquitectónico que sirve para desaguar un tejado, y que en la edad media solía construirse con forma de grifo, así que no se dan cuenta de que cuando les llaman gárgolas no se refieren al animal, sino al desagüe.


Sátiros y Faunos
Mitología griega y romana. Los sátiros (griegos) y su versión romana los faunos, son criaturas con cuerpo y órganos sexuales de hombre y orejas, cuernos, barba, patas, pezuñas y cola de chivo. Acompañan al dios Pan. Son criaturas ampliamente relacionadas con la fertilidad, ya que aparte de pasarse el día tocando música en su siringa o flauta de pan, y haciendo el vago, su afición más conocida es perseguir a hermosas ninfas para aparearse con ellas, normalmente sin su consentimiento. Suelen ser problemáticos, se emborrachan, organizan orgías, espantan al ganado, gastan bromas y aterrorizan a los viajeros. Les encanta la música y son grandes bailarines. Debemos decir que los faunos romanos parecen tener un carácter más benévolo y mejor reputación, como espíritus de la fertilidad agrícola, eran incluso venerados en templos, como hijos del dios Fauno.


Gólem
Mitología hebrea. El gólem es un ser animado fabricado a partir de materia inanimada, normalmente barro. Se les da vida mediante la magia cabalística. El objetivo de crear un gólem es que sirva de guardián de algo, guerrero o sirviente doméstico. No pueden hablar, carece de alma, no tiene apenas inteligencia (por lo que lleva a cabo las tareas de manera literal y automático), no es apenas capaz de obrar por sí mismo, y si lo hace causa daños.


Íncubo y súcubo
Mitología hebrea. El incubo es un demonio masculino que realiza el acto sexual a una mujer mientras duerme, la víctima puede darse cuenta de lo que está pasando, pero en sueños, y no es capaz de despertar. La leyenda dice que se le puede identificar por lo frío que está su sobrenatural pene. Su contrapartida es el súcubo, que es femenino y se dedica a lo mismo pero con hombres. Normalmente estos seres tienen un apetito sexual voraz y se dice que son tan feos que tienen que seducir a hombres y mujeres engatusándolos mientras duermen, porque si estuvieran despiertos no se les acercarían. Mientras que realizan el acto sexual absorben energía de la persona, esta es su manera de alimentarse y de sobrevivir, y por ello cuando la persona despierta está muy cansada, aunque también se dice que algunos incluso mueren. También se dice que les gusta visitar por las noches a los hombres y mujeres que intentan ser castos y puros, y que no tienen contactos sexuales. Cuando un íncubo se aparea con una mujer, la mujer da a luz a un niño con capacidades sobrenaturales. (Es interesante destacar, qué en la edad media esta era la explicación que daban los estudiosos a lo que hoy en día se conoce como Parálisis del sueño y terror nocturno).



Espero que os haya gustado esta entrada y que haya sido muy instructiva en cuanto a temas mitológicos. 


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1 comentario:

Irene dijo...

Me interesa muchísimo el tema de los monstruos en la literatura y también en el arte (quizá mi tesis en un futuro tenga algo que ver con eso, de hecho). Si sabes inglés, quizá te interese esta web que es una base de datos de monstruos y criaturas legendarias. Puedes buscar alfabéticamente o con filtros como hábitat y ese tipo de cosas, me parece bastante guay!
http://www.mythicalcreatureslist.com/
(Por si cupiera alguna duda, no estoy vinculada con esta página de ninguna manera)