(An old fashioned
girl)
Autor: Louisa May
Alcott
Género: Narrativa
extranjera
Editorial: EVA
(Editorial
Vasco Americana)
Encuadernación:
dura
Número de páginas:
70
Primera publicación:
1870
(ésta 1966)
Polly es una chica de pueblo, de
14 años, cuando su amiga Fanny, que vive en la ciudad, la invita a su casa a
pasar unos días, ve con disgusto que las chicas de la cuidad, a una edad tan
temprana se comportan como chicas mucho mayores, todo es fachada, lujos, cotilleos
y asuntos amorosos. Todo son mentiras y líos a espaldas de sus padres. A Polly
todo esto le disgusta, porque es una chica sencilla y natural. Pero al entrar
en la vida de Fanny y su familia, Polly cambiará la manera de ver las cosas y
de actuar que estos tienen, ya que está en su naturaleza el ayudar. Con los
años se convertirá en una mujer fuerte y libre.
Este libro no es mío, es de mi
hermana mayor, lo leí al ver que era de la misma autora que Mujercitas, un libro tan conocido y
aclamado, aunque nunca había oído hablar de Corazón
de oro. Esta edición es antiquísima, de 1966, y pertenece a la colección Amable, y desde luego que el nombre de
la colección le viene muy bien, por que el mejor adjetivo que se me ocurre
darle a este libro es “dulce”, todo ocurre con una dulzura y una amabilidad. Y
ocurren contratiempos, desde luego, ya que esa gente rica y tonta tiene que aprender
la lección, pero Polly ayuda con su dulzura y su sencillez y siempre soluciona
todo como la heroína de la historia que es.
Al leer este libro me da la
impresión de que Louisa May Alcott, era una mujer cuyo pensamiento no pegaba
con su época. Ella describe la sociedad de aquella época, pero también describe
a mujeres fuertes y libres, mujeres artísticas, mujeres que se mantienen a sí
mismas trabajando y no dependen de nadie, que entienden de política. Y personas
que intentan liberarse de la frivolidad y de las apariencias, se quitan las
caretas y muestran la verdadera humanidad. Y aunque lo expresa con una gran
tendencia a la dulzura a la que no estamos acostumbrados en el siglo XXI, me
gustaría leer más de ella.
Es un libro que se lee
rápidamente, tarde unas cuatro horas, así que lo considero una lectura rápida.
Os dejo un fragmento del libro:
“…La mujer con la que yo sueño ha de saber defenderse sin la ayuda de
nadie. Es la mujer del porvenir. Tendrá una voluntad fuerte, un corazón
templado, un alma libre y pura, y un cuerpo atlético.”
2 comentarios:
Hace muchos años leí ese libro. No recuerdo si me lo compró mi madre o mi abuela. Creo que fue mi abuela. Yo tendría 8 o 9 años y era exactamente la edición que muestras en tu blog. Hoy de pronto estaba nostálgica; ya todos mis familiares han fallecido (mi abuela, mi madre, mi padre y mi nana), y recordaba los libros que ellos me regalaron cuando niña. Ese me gustaba mucho, y recuerdo que la frase con la que cierras tu comentario en el blog, pertenecía a una escultora amiga de Polly. Alguna de las otras amigas que estaban reunidas aquel día, todas intelectuales y mujeres independientes, recomendaron a la escultora poner en manos de su estatua una urna para votos, y otros objetos. Un libro bastante revolucionario para su época.
Lo lei cuando tenía unos 12 años ya para entonces había devorado Mujercitas y Aquellas mujercitas la verdad Polly fue por mucho tiempo mi heroína solía vestirme según su época y jugar a que era ella qué hermoso recuerdo gracias por traerlo a mi memoria.
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