sábado, 23 de agosto de 2014

Sábados Temáticos: El Drácula de los niños de los 80


Esta entrada es un homenaje al Drácula de los 80 y 90. Sobre todo en los años 80, Drácula, El príncipe de las tinieblas, era el villano y el monstruo por excelencia. Estaba en todas partes, en nuestras chucherías, en la tele, en los libros, jugábamos a los vampiros y alguien tenía que ser Drácula.


Y yo, personalmente, estaba fascinada con la figura de Drácula cuando era pequeña, sabía todo sobre él, cuando fui creciendo fui investigando más y más sobre su historia y llegué a saber tantas cosas sobre él que era escalofriante.

Así que me gustaría dividir esta entrada en dos partes, en la primera os hablaré de Drácula y en la segunda de cómo nos influyó y de cómo nos rodeaban tantas cosas relacionadas con él.



El Drácula del cine está basado en el personaje del libro Drácula, de Bram Stoker. Se trata de un Conde que vive en un antiguo castillo en los Cárpatos en Transilvania. Se alimenta de la sangre de los humanos, no se refleja en los espejos, no puede soportar el ajo ni los crucifijos, sale solo de noche, duerme en un ataúd y vive con sus tres novias, también vampiresas.


En cambio, la tradición popular nos dice que el Drácula en el que se basó Stoker era muy diferente, porque era un personaje que vivió realmente y era mucho más horrible y terrorífico. Ya que no hay nada más terrible que el mal real. Se trataba Vlad Tepes. Hijo de un príncipe tan sanguinario y cruel que el rey Segismundo lo nombró “draco”, caballero de la orden del dragón, de ahí en adelante llevó el sobrenombre “dracul” que quiere decir “diablo” o “dragón” en rumano. Los  válacos opinaban que Vlad Dracul eran tan malvado que tenía que ser hijo de Satán. Y que presentaba todos los signos del vampirismo, y gozaba de la sangre humana. Pero su hijo, el que dio origen a la leyenda, Vlad Tepes, no se quedaba atrás. Vivió en el siglo XV, debió haberse llamado “Vlad Draculea” o “Vlad el hijo de Dracul”, pero se ganó el sobrenombre de “Vlad Tepes” o “Vlad el empalador” porque empalaba a sus prisioneros de guerra en postes de madera puntiagudos, y le gustaba sentarse a comer frente a un grupo de prisioneros empalados, disfrutando con sus gemidos de agonía. En tiempos de paz, satisfacía su afición por la tortura haciendo empalar a hombres, mujeres e incluso niños válacos.
Además hay leyendas en Rumanía de que todos los descendientes de esta familia durante generaciones han hecho tratos con el diablo y han practicado las artes oscuras.



Y después de esta dosis de histórica tétrica y violenta, vamos con la segunda parte, algo más alegre y divertida.

¿Cómo nos influyó todo esto? ¿Cómo de un personaje tan terrible pasamos a fascinarnos de tal forma en nuestra infancia de niños de los 80 y 90? El cine influyó grandemente en esto, esa es la verdad. Porque el Drácula de las películas no era tan horrible como el de la realidad. Y llegó un punto en que la figura de Drácula estaba por todas partes, estaba hasta en nuestras chucherías, teníamos los caramelos de Drácula, que los venden desde los años 40, aunque el que venden ahora no se parece al de cuando era pequeña, aquellos eran diferentes, tenían como unas estrías, y estaban más ricos. Te ponían toda la lengua roja. Además, también teníamos el helado Drácula de Frigo, negro y rojo, como la capa del Drácula de película.



Pero volvamos de nuevo a ¿De dónde sale todo esto?, ninguno de los niños ni de las numerosas personas que conocían la leyenda de Drácula había leído el libro que comenzó todo, Drácula de Bram Stoker, entonces, ¿Qué lo dio a conocer? La respuesta a esta incógnita son las películas sobre el conde Drácula, Holliwood es la que movió y acrecentó la leyenda de Drácula. En los 80 todavía veíamos las antiguas películas en blanco y negro en las que Bela Lugosi interpretaba al Conde Drácula. Cómo Drácula, El hijo de Drácula, La mansión de Drácula, La hija de Drácula. Estas películas de los años 30 (de ahí que fueran en blanco y negro), no se estrenaron en España hasta los años 60.

Bela lugosi es el rostro de Drácula que permanece en el inconsciente colectivo de los niños de los 80, dio tanto por el papel, se obsesionó tanto con él, que según dicen quedo desequilibrado mentalmente, creía ser el auténtico Drácula, evitaba la luz del sol, e incluso, la leyenda urbana dice que dormía en un ataúd. Además, se hizo enterrar con su vestuario de Drácula, lo que incluye la famosa capa.

También Christopher Lee en los 60 y 70, encarnó a nuestro Drácula ya en color, en pelis como: Drácula, príncipe  de las tinieblas, El poder de la sangre de Drácula, Drácula vuelve de la tumba o El poder de los ritos satánicos de Drácula.



En los 80 también teníamos pelis de la época, que aunque no eran muy buenas nos fascinaban, como La pandilla alucinante (La pandilla del monstruo), de 1987, donde además de otros monstruos también aparecía Drácula.

Hasta en barrio sésamo lo teníamos, El divertidísimo Conde Draco que eneñó tantas cosas a los niños pequeños de aquella época.



Hay muchas más películas donde sale Drácula, pero yo os hablo de mis recuerdos infantiles, si queráis saber más, aquí os dejo la filmografía de Drácula en Wikipedia.




Una de las últimas películas que nos habló sobre Drácula es la de Francis Ford Coppola, el Drácula más guapo que he visto, es el Drácula joven interpretado por Gary Oldman, y esta es la mejor versión que he visto de Drácula. Os la recomiendo mucho, como siempre, y es mucho más pasional que el libro, es yo creo, una interpretación de Drácula, en el siglo XX.



Y hasta aquí nuestro recorrido por la “Cultura de Drácula”, espero que os haya gustado y que hayáis aprendido muchas cosas, o que hayáis recordado vuestra infancia con esto.

4 comentarios:

Diego Marcapaginas dijo...

En un festival de cine fantástico vi Nosferatu, la primera película sobre Drácula pero se llamó así porque el nombre de Dráculq tenía Copyright. Me encantaba el helado y los caramelos!

Isabel Galiot dijo...

Esa no la puse porque la vi ya de mayor, con 19 años creo.

Lindaivette38 dijo...

Hola, en mi casa no nos dejaban ver nada de eso, dado su naturaleza oscura, asi que se contaba en secreto para asustarnos entre nosotros, jaja ja, que recuerdos.
Saludos desde Mexico.

El Espejo de Alice dijo...

Oh, el Drácula siempre fue mi helado favorito, comí docenas de niña y ahora aún lo compro de vez en cuando XDD. Los caramelos no los recuerdo.
Aunque he de decir que Gary Oldman me pareció el Drácula más guapo durante muchos muchos años, la cosa cambió cuando se estrenó el año pasado la serie de la NBC; ahora el que me parece más guapo es el de Jonathan Rhys Meyers, desde luego XD : http://www.farfarawaysite.com/section/dracula/gallery1/hires/10.jpg