(Le Comte de Monte-Cristo)
Autor: Alejandro
Dumas
Género: clásicos,
narrativa extranjera, novela contemporánea, novela histórica, aventuras
Editorial:
e-artnow ediciones
Formato: ebook
Páginas: 709
Primera publicación:
1845-46 (ésta 2013)
El joven Edmundo Dantés es el
capitán del barco El faraón, vive con su anciano padre y está a punto de
casarse con la bella Mercedes, tres de sus conocidos urden un plan para quitar
de en medio a Edmundo y beneficiarse cada uno a su manera, de esta forma,
escriben una carta que acusa a Edmundo de agente bonapartista. El día antes de
casarse con Mercedes es apresado y llevado a la prisión del castillo de If, de
donde nadie vuelve. Allí pasará diez años, allí conocerá al Abate Faria, que le
contará sus secretos e intentarán escapar junto. Cuando Edmundo consigue
escapar, todos le creen muerto, urde un plan para vengarse de todos aquellos
que le traicionaron, todos los que le hicieron daño. Bajo el nombre de El conde
de Montecristo, se mezcla con todos ellos, entre la aristocracia, moviendo los
invisibles hilos de su venganza.
La razón por la que elegí leer
este libro, dándole una posición de honor entre mis lecturas de este año, es no
solo que es considerado un gran clásico de la literatura, y que su autor se
considera un gran escritor, sino también, que crecí escuchando hablar de
Edmundo Dantés, ya que a mi madre le gusta mucho esta historia, no solo en
libro, sino también en película. Cuando era más pequeña y hablábamos de
injusticias o de alguien que había sufrido mucho por culpa de otros, mi madre
me recordaba la historia de El conde de
Montecristo. En mi casa esto era como una especie de “parábola” no
religiosa. Así que sabía muchas cosas de las que pasaban en el libro, pero para
mí era necesario leerlo por fin.
Es un libro que me ha gustado
realmente, resulta muy interesante, el escritor crea unos ambientes, unos
escenarios, unas tramas, ¡increíbles!, y no solo eso, sino que además, mantiene
la tensión durante todo el capítulo y es al final cuando todo estalla y te
quedas muy satisfecho. Había momentos de la lectura en los que estaba deseando
volver a casa del trabajo para pegarme al libro y seguir leyendo, y pensaba “qué cosa más interesante”. Creo que es
el libro más interesante que he leído en mi vida. Otra cosa que me llamó la
atención es que es interesante desde el principio, desde la primera frase, nada
de introducir la historia con mil descripciones y aburrir al lector, aquí te
cuenta tantísimas cosas, que además aprendes, por ejemplo, aprendes sobre
historia de Francia, sobre Napoleón, sobre cómo llegó Francia ser una república,
etc.
Pero además de hablar sobre
historia, tiene temas más profundos, que te hacen reflexionar, nos habla sobre
el egoísmo y la envidia, sobre cómo las personas pueden destrozar la vida de
otros solo para conseguir sus intereses, sobre cómo pueden llegar a ser de
malas algunas personas, incluso con sus más allegados. También habla del amor y
de la culpabilidad, de cómo unas personas pueden llegar a ser fieles durante
años y otras se rinden por cobardía. También, por supuesto, nos habla de la
posibilidad de la venganza, que es el tema principal del libro, y durante una
gran parte del libro, el autor te va contando todo de una manera que vives con
Edmundo esos sentimientos, que él va rumiando poco a poco, año tras año, y
cuando lees por primera vez la palabra “venganza” levantas el puño y dices “¡VENGANZA!”,
como si fueras William Wallas gritando “¡¡¡LIBERTAD!!!”
También encontramos en esta obra
amor y pasión, amor puro y sincero, amantes capaces de esperar y luchar frente
a los obstáculos que la vida pone a ese amor, amantes capaces de hacer
cualquier cosa porque han perdido al ser amado. Leemos también sobre pasiones
inflamadas, sobre amores platónicos, sobre momentos en los que las personas se
expresan su amor de manera tan hermosa que te deja sin aliento. Pero no es solo
la pasión amorosa, es la pasión que ponen en todo algunos de sus personajes, en
especial Edmundo Dantés, por su idea de venganza, por esa promesa de vengarse a
sí mismo y todos los demás perjudicados.
En cuanto a su protagonista,
Edmundo Dantés, comienza siendo un joven cándido y encantador. Muy trabajador,
pero de una inocencia que no le permite imaginar que haya gente tan malvada en
el mundo, ni sospechar que está en esa cárcel por varios complots (el de la
falsa carta de Caderousse, Danglars y Fernando; y el de Villefort). Pero es el
abate Faria, con su inmensa sabiduría quien le abre los ojos. Le enseña que sus
supuestos amigos y conocidos le traicionaron por interés, y que Villefort lo
hace por su padre, y por su mismo interés. Y todo esto despierta en él el
instinto de venganza, que le hace mantenerse vivo, perseverar, luchar y llegar
a hacer todo lo posible por cumplir su venganza. Una vez liberado por fin y
presto a cumplir su venganza, su rectitud y su deseo de castigar a los
culpables es tal que aprende de todo, muchas más cosas de las que le enseñó el
abate. Todas disciplinas que no dejan nada al azar, para poder parecer un
auténtico aristócrata, y para poder sortear los auténticos peligros que podrían
presentarse en tan difícil tarea. Y todo esto es admirable, la capacidad de
rectitud, y la manera en que se centra y pasito a pasito consigue las más
grandes cosas, urde tramas increíbles, y todo sale a la perfección.
Los que conocen a Edmundo lo ven
como a un Dios, incluso así es como hablan de él. Y esto se debe a su confianza
y a su carisma, unido a todas esas cosas que ha aprendido y a esos deseos de
cumplir su venganza, que le llevan a averiguar hasta los más recónditos
secretos de cada uno de los implicados y sus familias, sin dejar ni un solo
cabo suelto, y luego actuar mediante esta información.
En algunos momentos me recordaba
un poco al personaje de Robin Hood, porque aunque pueda parecer terrible en
momentos de venganza, sobre todo al final, en que ya todo es venganza; no
debemos olvidar que Edmundo también ayuda a muchas personas que fueron buenas
con él, como por ejemplo a Morrell. En muchas ocasiones no duda en usar su
fortuna para ayudar a los que son buenos, o incluso para recompensar a aquellos
que tienen buenos sentimientos.
Pasa por momentos muy emotivos,
sobre todo cuando descubre que fue de todos aquellos que quería, pero poco a
poco su personaje se va endureciendo y cada vez es más frío y altivo. En
ocasiones parece que no solo los demás lo vean como un dios, sino que el mismo
se considere así.
Hacia el final (no haré spoiler)
encontré un sentimiento que no me gustó, aunque para nada desmerece el libro, pero
quería contaros todo esto. Es normal encontrar en muchos clásicos antiguos
partes del libro donde hablan muchísimo de Dios, aconsejando a los personajes
que no hagan nada, que se sienten y tengan paciencia, que Dios lo arreglará
todo. Fomentan la devoción religiosa de la manera más egoísta e infantil, en
vez de fomentar el que un ser humano se esfuerce y haga algo. Al final del
libro podemos ver un Edmundo que habla todo el tiempo de Dios y muestra una fe
un poco extrema. Durante todo el libro Edmundo es presentado como alguien digno
de ser admirado, capaz, tenaz, con autocontrol, carismático, perseverante,
estratega, tiene muchas virtudes que le ayudan a desarrollar su venganza poco a
poco y tejiendo una serie de hilos y pequeñas venganzas entrelazadas muy
complejas. Pero al final del libro, vemos como Edmundo confiesa que todo eso
que ha hecho no es mérito suyo, sino de Dios, y esto, esto no me gustó nada, se
me vino abajo el personaje de Edmundo, completamente convertido en un
pusilánime al que solo le falta arrodillarse lloriqueando, después de todo lo
que ha luchado dice cosas como “soy una
herramienta de Dios”, él piensa que todo eso que ha conseguido lo ha
conseguido gracias a la intervención de Dios, y que él es su herramienta, su
arma para hacer daño a esas personas. Este tipo de pensamientos son muy
peligrosos, sé que cuando lo escribieron eran otros tiempos, la gente era muy
devota, y quizás esto no chocara, pero hoy en día, viendo como hay personas que
son capaces de inmolarse o ponerse explosivos para matar a cientos de personas
en nombre de su Dios, creo que las afirmaciones de Edmundo Dantés no pueden ser
vistas de igual manera que cuando se escribió.
Mi conclusión es que me lo he
pasado muy bien, ha habido momentos de intriga, ha habido momentos de
culminación emocionantes, momentos de amor, y momentos en los que he aprendido
muchísimo de historia. Pienso que es una novela que todo el mundo debería leer,
porque siento que es una de las mejores novelas que he leído en mi vida. Merece
la pena adentrase en las aventuras y desventuras de Edmundo Dantés, no te
dejará impasible.
Algunas frases que me gustaron:
“—¡Oh!, ¡la maldad de los hombres es muy profunda! —dijo Villefort—,
puesto que es más profunda que la bondad de Dios.”
“Fue tan bien comprendido este saludo, que Morrel, con la misma
expresión de su mirada, acercó a su vez su pañuelo a la boca, y las dos
estatuas vivas, cuyo corazón latía con tanta violencia bajo el mármol de su
rostro, separadas por toda la longitud de la sala, se olvidaron un instante o
más bien olvidaron el mundo en aquella muda contemplación.”
“Las ideas no mueren, señor, se adormecen de vez en cuando, pero
despiertan más fuertes que antes.”
2 comentarios:
Tengo muchísimas ganas de leer este libro, sobre todo con lo que me gustó Los tres mosqueteros. Después de leer tu reseña tengo más ganas todavía, a ver si 2016 es el año.
Uno de mis eterrrrnos pendientes!
Besotes
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