En el pasado he comprado muchísimos libros en papel, es verdad que la mayoría de libros que he comprado en mi vida han sido de segunda mano, y por tanto, he ahorrado bastante dinero, pero llega un momento, en que tener tantos libros, tantísimos cientos de volúmenes, se hace difícil de manejar y agobia un poco.
Limpiar tal cantidad de libros es un calvario, buscar entre ellos porque están en doble fila, teniendo que poner pilas de libros por todas partes solo para encontrar uno en concreto, es una lata. Quiero hacer hueco para otras facetas de mi vida, que necesitan ir almacenadas en esas estanterías, es decir, el material de otras de mis aficiones, hacen que necesite tener menos libros, y el tener tal cantidad de libros, también hace que el ambiente de la habitación sea muy recargado y se sienta un poco agobiante.
¿Quiere esto decir que me voy a deshacer de mis libros? Pues no me resultaría fácil, hace muy poco terminé de leer La magia del orden, de Marie Kondo, y esta autora recomienda que agarres un objeto en la mano y si no te hace feliz lo tires, y esto es un arma de doble filo, porque casi todos los libros que agarro me hacen feliz, por tanto, no quiero deshacerme de ellos, solo de algunos.
Pero estos últimos años algo ha cambiado en mí, cuando se trata de comprar, únicamente quiero comprar dos tipos de libros en papel, los que son libros de consulta, y por tanto, los necesito a la hora de investigar, o cuando voy a escribir y quiero documentarme, y necesito extenderlos sobre una mesa, y dos, mis libros favoritos, esas joyitas que amas con todo el alma, y que te encanta tener en ediciones especiales de tapa dura, todo lo demás lo compro en Ebook. También hay otra excepción, obligada, para comprarlos en papel, cuando necesito tener un libro y aun no está en ebook o nunca lo va a estar, no tengo más remedio que comprarlo en papel.
¿Qué ventajas encuentro en los ebooks?
Muchas, pero os voy a resumir un poco cuales son para mí estas ventajas:
Los ebooks son más baratos.
Puedes encontrar ebooks clásicos gratuitos, ya que pasado un X tiempo, ya no tienen derechos de autor, y a no ser que se haga una traducción nueva, se pueden reproducir gratis.
No ocupan espacio físico, puedes almacenar miles tanto en un E-reader como en un disco duro, pen, etc.
Si el libro no te gusta al terminar de leerlo, no te sientes tan mal por haber gastado mucho dinero en él, ya que son más baratos, y tampoco piensas "¿y ahora qué hago con esto?", que es lo que me pasa a mí cuando un libro no me gusta y no quiero conservarlo.
Puedes leer mucho más tiempo, ya que la pantalla es opaca, no tiene brillos y de esa forma puedes leer y leer durante más tiempo sin cansarte la vista (en un e-reader, esto no ocurre con una tablet). Unido a esto, puedes aumentar el tamaño de la letra lo que quieras para que no te haga daño tampoco y te resulte más cómodo leer.
Puedes tener todos tus libros juntos y al alcance de la mano, en tu mesilla, en el reposa brazos del sofá, o en el bolso o maleta cuando sales de casa, solo teniéndolos en un e-reader.
Así que en los próximos años, mi biblioteca se irá haciendo más y más minimalista, es lo que puedo vislumbrar si pienso en mi futuro lector. ¿Y vosotros que opináis? Espero que os haya interesado esta entrada, y os haya hecho pensar, nos leemos en la próxima.
Es un texto original de Isabel Galiot, todos los derechos reservados.
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