lunes, 24 de octubre de 2016

Vlad Tepes, El verdadero conde Drácula

Continuando con el mes temático de Halloween, Octubre Mágico, hoy os traigo la historia del hombre que inspiró en parte a Bram Stoker para crear a su Conde Drácula, y este no es otro que Vlad Tepes o Vlad el empalador, un sanguinario gobernante rumano que vivió en el siglo XV, y cuya historia y crueldad no dejarán impasible a nadie.


Tanto si habéis leído Drácula de Bram Stoker, como si habéis visto las películas recordaréis al famosísimo Conde Drácula, claro exponente de la cultura popular de los siglos XX y XXI. Un malvado vampiro, muy viejo y sediento de sangre, que además seducía a hermosas mujeres con su magia para alimentarse de ellas. Hemos hablado muchas veces de que para crear este tipo de vampiro Bram Stoker se inspiró en la Condesa Mircalla o Carmilla, de la mini novela Carmilla, de Joseph Sheridan Le fanu, pero además, también se inspiró en un personaje real y sanguinario, un gobernante poderoso y temido, y tan terriblemente malvado que llegaron a correr rumores de que había hecho un pacto con el demonio, de que practicaba las artes oscuras o de que tenía poderes para saber todo lo que la gente hacía en su reino. Y este maligno personaje histórico es Vlad Tepes, hoy hablaremos de él.



Su dinastía

Vlad III fue uno de los descendientes de la dinastía Basarab de Valaquia, actualmente una provincia de Rumanía. Durante muchos siglos, el país fue asolado por guerras e invasores, hasta que Ralph el Negro consolidó la nación válaca y estableció a los Bassarab como familia gobernante, reinando como Mircea el viejo, Dan II, Vlad II Dracul, Vlad III Draculea (Tepes o El empalador),  Vlad IV El monje, Radu IV El grande y Radu de Afumati. Los Bassarab tuvieron que rechazar invasiones de mongoles, turcos y húngaros, estas constantes guerras dieron a la familia Bassarab un carácter terrible, cruel, sanguinario y nada piadoso. 




¿Por qué Drácula?

Vlad II, el padre de nuestro famoso Drácula, fue admitido en la Orden del Dragón en 1431, debido a sus logros contra los turcos, esta orden fue creada en 1428 por el rey Segismundo de Luxenburgo, rey de Hungría. Vald II fue nombrado "Dracul", en aquel entonces Dracul quería decir "Dragón" (aunque actualmente significa "diablo"), a partir de entonces fue conocido como Vlad Dracul. Dracul eran los pertenecientes a la Orden del Dragón (Ordo Draconistarum), esta era una orden de caballería creada por Segismundo para combatir las herejías. El hijo de Vlad II, Vlad III (Drácula), fue conocido como "Vlad Draculea" o "Vlad hijo de Dracul", aunque él se ganó otro sobrenombre "Vlad Tepes", que significa "Vlad el empalador", ya que le gustaba mucho empalar a los prisioneros y a las personas que no cumplían la ley. Era conocido así mayoritariamente por los enemigos, ya que el pueblo nunca se habría atrevido a llamarlo de ese modo por miedo, de hecho, gracias a su crueldad en su pueblo casi no se cometían delitos. Postumamente empezó a ser llamado también con ese nombre en su propio reino. 


Su historia

Vlad III nació en Sighisoara, Transilvania, en 1431, era príncipe de Valaquia. En 1444, cuando tenía 13 años, él y su hermano fueron entregados como rehenes a los turcos como muestra de sumisión al sultán Murat II, se criaron como sus hijos, y como hermanos de Mehmed II. Cuando regresó descubrió que su padre y otro de sus hermanos, Mircea, habían sido asesinados brutal y cruelmente por el conde Juan Hunyadi, apoyado por los Boyardos (años más tarde se vengaría sanguinariamente). Posteriormente los turcos lo apoyaron y subió al trono, pero solo durante unos meses, pues los húngaros los expulsaron por orden de Juan Hunyadi. Llegó a ser príncipe de Valaquia de 1456 a 1462, después de conseguir el apoyo de amigos y enemigos.  En 1462 tubo que huir cuando los turcos invadieron Valaquia, dejando en el trono a su hermano Radu el Hermoso, se refugió en Hungría y fue apresado por el rey Matías acusado de traición por haber pactado con los turcos. En 1474, ya libre, reunió a un ejercito para recuperar el reino, no salió bien y tubo que huir porque los turcos eran superiores, de nuevo los turcos invadieron el país. En 1476 volvió a organizar otro ejercito, y de nuevo los turcos fueron más fuertes, pero esta vez lo mataron, en una batalla cerca de Bucarest, murió con 45 años.  Hay varias leyendas sobre qué fue de su cadaver, en una se dice que fue despedazado por los turcos y su cabeza fue llevada al sultán Mehmed II Fatih, el cual la mantuvo expuesta durante mucho tiempo en Estambul, clavada en un poste. También hay otra historia que dice que su cuerpo fue recogido por unos monjes y enterrado en un monasterio de la isla de Snagov, a 50 km al norte de Bucarest, esta es la historia en la que más se confía.


El más sanguinario gobernante

Hay muchísimas leyendas de la crueldad de Vlad III, no solo empalaba de varias formas distintas a sus víctimas, sino que además se sentaba a comer delante de los empalados, disfrutando de su agonía y sus gritos. Durante mucho tiempo disfrutó de empalar a sus enemigos de guerra, pero también lo hacía en su propio reino, con todo aquel que cometiera cualquier pequeño delito, ya fuera el adulterio, el robo o incluso la mentira. Tampoco le importaba si eran campesinos, clérigos, nobles o incluso sus propias amantes. 

Las historias hablan por ejemplo de masacres como la de 30.000 sajones ciudadanos de Brasov que fueron empalados por haber apoyado a otro posible gobernante, incluso de que bebía la sangre de algunos de ellos, otro ejemplo son los empalamientos de miles de personas que hacía frente a la ciudad que iba a sitiar, o en un campo de batalla, para asustar al enemigo y que huyera o definitivamente perdiera. También reunió a todos los pobres y enfermos de cada comarca de su reino y los invitó a un festín, luego cerró las puertas de la casa y le prendió fuego con todos dentro, esa era su manera de erradicar la pobreza. Para acabar con los gitanos, los reunió, asó vivos a tres de sus dirigentes, mandó a los gitanos que se los comieran, y luego les dijo que o se unían al frente Turco o serían asados también. Cómo podéis ver no solo empalaba, también tenía otras formas de torturar y matar igualmente sanguinarias. 

Durante mucho tiempo Vlad III asesinó a miles de personas por distintos motivos, tanto a musulmanes como a cristianos, según lo que le conviniera en ese momento, de la misma forma que se aliaba con unos u otros según la necesidad. Era considerado un maldito por ambas religiones. 

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Si os ha parecido una historia terrible, quiero que sepáis que he sido leve, porque los datos históricos y las torturas que realizaba son realmente atroces y morbosas, Vlad III era un verdadero asesino, puede que no fuera un vampiro, pero si puede que fuera un enfermo mental con tendencia a lo sádico, probablemente fruto de la época que le tocó vivir, llena de guerras y matanzas.  

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Bibliografía:

Enciclopedia Micronet
Wikipedia
Enciclopedia de las cosas que nunca existieron - Michael Page, Robert Ingpen
Guía de los vampiros - Dr. Robert Curran
Vampiros, desde Drácula hasta Twilight - Simonetta Santamaria



1 comentario:

Irene dijo...

Me ha encantado tu entrada, buscaré algunas de las fuentes que has usado para informarme más porque es un tema que me llama mucho la atención! Un besito.